Nos enfrentamos a un nuevo horario, días más helados y este cambio implica hacer algunos ajustes para proteger la piel de los contrastes de temperatura, principalmente en la cara, al ser la zona más expuesta. Con el frío, viento y la lluvia, el rostro sufre resequedad, deshidratación e incluso irritación. Para evitarlo, Gillette te entrega estos prácticos consejos:
- Lávate el rostro adecuadamente cada día - Es muy importante tener la piel húmeda a lo largo del año, por ello es necesario que el rostro se lave por la mañana y por la noche para agregarle la mayor hidratación posible. Hazlo por un tiempo promedio de tres minutos antes de comenzar a afeitarte, para que el proceso sea mucho más sencillo.
- Utiliza agua tibia, no caliente - Aunque haga un frío insoportable, usar agua hirviendo no es lo más recomendable. Entre más caliente esté el agua, mayor es la posibilidad de eliminar la capa de aceites esenciales y humedad de la piel, lo que resecará tu piel aún más. Evita los extremos y opta por agua tibia.