El
acné es un problema que no es indiferente a nadie, ya sea hombres o mujeres, adultos
o jóvenes, pero principalmente es ocurrente en los adolescentes, un 78% de las
personas entre 11 y 18 lo sufren y en general un 95% de los hombres tendrá o ha
tenido acné y un 83% de las mujeres.
El tener
acné mas que un problema estético puede convertirse en un problema de autoestima,
ya que el rostro es parte de nuestra ‘carta de presentación’ en cualquier lugar
y circunstancia, por lo que es importante saberlo tratar a tiempo.
El acné es uno
de los primeros síntomas de la pubertad, fenómeno de transformaciones
relacionadas con la puesta en marcha de las glándulas reproductivas por estimulación
suprarrenal (de los ovarios en las mujeres y los testículos en los hombres). Así,
bajo el efecto de las hormonas llamadas andrógenos, las glándulas sebáceas aumentan
de volumen, secretan mas sebo, la piel empieza a brillar, los poros se dilatan
y luego aparecen los puntos negros y granos.
El acné
puede darse de dos tipos: comedones o puntos negros (lesión retencional) y granos
o espinillas (lesión inflamatoria)
Comedones o
Puntos Negros:
Se producen
por una hipersecreción sebácea (1), factores hormonales e internos como el estrés
incrementa la producción de sebo. Las células muertas se acumulan(2) a lo largo
del canal pilosebáceo y en las aberturas de los poros, este fenómeno conocido
como híperqueratosis, evita que el sebo fluya normalmente.
Granos o
Espinillas:
Cuando los comedones empeoran, estos pueden pasar a ser
granos. En el momento que el comedon es colonizado por bacterias (3), específicamente
la Propionibacterium
acnes, que se encuentra en forma natural en la piel y hay una falta de oxigeno
por la obstrucción, estas bacterias pueden proliferar. Luego de esto se produce
una inflamación (4) y las bacterias se difunden a través de la pared del folículo
pilosebáseco, para después extenderse a las paredes subyacentes.
En el caso
de los adolescentes se dan estos dos casos: puntos negros y espinillas.
Para tratar
el acné se recomienda visitar a un dermatólogo para que recete los productos
mas adecuados para el problema diagnosticado, en algunos casos el tratamiento además
de productos dermocosméticos incluye suplementos para tomar.
Tres pasos que se deben tomar en cuenta para tratar el acné
1. Limpiar la piel
La limpieza del rostro es fundamental en el
tratamiento, esta debe realizarse mañana y noche con productos diseñados
especialmente para la piel con tendencia grasa y/o imperfecciones. La limpieza hace
que se elimine el sebo y penetre mejor el tratamiento.
2. No apretar los puntos
negros/espinillas
Jamás hay que intentar apretarse las erupciones
que tengamos en el rostro, ya que se corre el riesto que aparesca una mancha.
3. Utilizar productos adecuados
Hay que utilizar productos no comedogénicos para
el cuidado de la piel, es decir productos que evitan la formación de barros,
espinillas o puntos negros.
Los mitos
sobre el acné:
- El sol ‘cura’ al acné
- El chocolate fomenta el acné
- Se pueden utilizar productos ‘mas agresivos’ en pieles con acné
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